Extremadura desamparada

Hablar de que Extremadura es la hermanita pobre de la caridad es un recurso fácil sobre la desigualdad justificada -se le han dado los medios y oportunidades, la mayoría de los cuales han sido despilfarrados- en la que vive dicha comunidad. Habría que hacer también un análisis sobre a quién se debe que una región viva más pensando en lo que hacen los otros que en ello. Para ello, hago una pequeña radiografía de los tres principales líderes políticos de la región.

Jose Antonio Monago ni sabe a donde lleva a Extremadura, ni entiende las necesidades reales de su comunidad. El hecho de que salga a nivel nacional como vocero españolista-unionista haciendo el ridículo y mostrándose como un político limitado y corto de miras es la perfecta cortina de humo para aquellos que avalan su gestión desde la Asamblea y así ocultar el estado de desafección y limitación de su política. Cínico y oportunista, la decisión de subir los presupuestos de este año es más una provocación que una realidad. Un político limitado para una región limitada.

Guillermo Fdez. Vara es en teoría el jefe de la oposición. Desfasado, del sector bonista del PSOE, ha pasado de ser un digno sucesor de Ibarra a un segundón. Ni transmite entusiasmo ni credibilidad por el simple hecho de que los extremeños no confían en un PSOE descabezado y sin rumbo que es una alternativa en Extremadura a conseguir nada. Probablemente, al igual que la federación nacional esté en dos alternativas: renovación (descabezando los quistes ibarristas y refundando el partido) o caer en el más sordo de los anonimatos... que parece ser su camino.

Pedro Escobar era la esperanza perdida de muchos jóvenes y desencantados. Tengo cierta estima a Pedro por lo que he podido tratar con él, pero no está en la Asamblea para dar un masaje al PP ni para ser una madre. No hay nada del discurso fuerte y de alternativa real que esperábamos. La situación del partido -tanto a nivel nacional como regional- no ayuda, pero él se lo ha buscado. Izquierda Unida hubiera sido protagonista de un cambio histórico en la región pero se han limitado a ser un socio de la derecha y no construyendo desde la izquierda, presionando al PSOE para que despertara. 

Con estas cabezas visibles Extremadura nunca saldrá de una crisis de la que lleva sumida desde la Transición, siempre dependiendo del exterior y nunca defendiendo un modelo sostenible de política que quizá hubiera sido la alternativa al desaguisado montado. Veremos.